Una estrategia de comunicación es un plan específico que ayuda a definir con claridad quienes somos y qué ofrecemos. Su objetivo principal es el posicionar una organización o un grupo dentro del mercado. Precisamente eso es lo que uscan actualmente los candidatos a la Presidencia de la Republica: Posicionar su imagen dentro de las personas, posicionar su identidad como un reflejo de lo que piensan y por sobre todo captar a las masas. Todo para que en el momento de las elecciones les entreguen lo que les importa, el voto.
Llama la atención que el presidenciable de la Concertación, Eduardo Frei, considerando que el objetivo principal es dar una buena imagen, en mayo pasado haya cuestionado públicamente la legitimidad de una encuesta realizada por la Universidad del Desarrollo y Diario La Segunda. Su cuestionamiento calificó a dicha encuesta como “una acción de propaganda política” que estaba “controlada por el comando de Sebastián Piñera”. Esta reacción fue consecuencia de los resultados de dicha encuesta que graficaba el deterioro paulatino de su opción frente al candidato independiente Marco Enríquez-Ominami.
Enfrentados a la premisa de conseguir persuadir a la gente, la actitud de Frei no fue más que una pésima señal política y comunicacional. Lo muestran como una persona que se encuentra poco seguro de lo que representa, distando mucho de la imagen que presento en 1993 cuando fue elegido Presidente de la Republica.
Actualmente se muestra a un Frei empecinado en demostrar que su imagen no es un icono de la política antigua. Ha integrado a su comando a personeros ajenos al tradicionalismo, que representan un refresco con respecto a las caras que dirigen su campaña política. El mejor ejemplo: Sebastián Bowen.
A pesar de esos cambios, que por cierto son inesperados considerando a Frei como un candidato ya con una trayectoria larga. Aun mantiene dentro de su comando a rostros que son importantes conocedores en materias comunicacionales. Pablo Halpern se esta desempeñando como director comunicacional del equipo de Frei, es quien planifica todas las actividades del candidato y además es quien en la practica dirige de cierto modo los movimientos de Bowen.
Analizando la estrategia comunicacional desplegada por el comando del presidenciable de la concertación, y fundamentalmente por las acciones de Halpern. Claramente se vuelve condenable e inviable definir movimientos tan agresivos con respecto a sondeos que se han realizado en el marco de las elecciones. Es insostenible el descalificar un estudio simplemente por que no favorece la opción que se representa. Lo ideal sería trabajar en base a ese estudio para mejorar las estrategias que se están aplicando.
El escenario político en estos comicios es complejo para el ex presidente. Ya no están alineados los partidos políticos a los que representa. La irrupción de una figura que representa un cambio real de una coalición que ya no llena los espacios que llenaba antes, repercute directamente en la estrategia que utiliza Frei. El problema es que sus asesores no son capaces de ponerse a trabajar para intentar revertir el problema.
Sin embargo en la otra vereda, Marco Enríquez Ominami está enfocado en poner en el tapete las ideas que representa. En definitiva lleva su estrategia a entregar un debate de ideas y no levanta polvo sobre encuestas o sondeos que avalen o no avalen su posición. Claramente es lo que la gente esta valorando hoy en día, por eso que cada momento que pasa Enríquez Ominami suma a su haber mucho mas apoyo de la ciudadanía.
Frei está presentando una propuesta institucional, dejándose llevar por el legado social que heredará de la gestión de la Presidenta Bachelet. Cambiar la estrategia hacia el lado económico, puede traerle mejores dividendos. Lo único claro es que si Frei logra encontrar la formula que capitalice el apoyo del descontento concertacionista, se enfoca en los temas que le importan a la gente, y consigue llevar a ejecución un verdadero cambio generacional, probablemente el panorama cambie, y su estrategia logre una mayor penetración.
Llama la atención que el presidenciable de la Concertación, Eduardo Frei, considerando que el objetivo principal es dar una buena imagen, en mayo pasado haya cuestionado públicamente la legitimidad de una encuesta realizada por la Universidad del Desarrollo y Diario La Segunda. Su cuestionamiento calificó a dicha encuesta como “una acción de propaganda política” que estaba “controlada por el comando de Sebastián Piñera”. Esta reacción fue consecuencia de los resultados de dicha encuesta que graficaba el deterioro paulatino de su opción frente al candidato independiente Marco Enríquez-Ominami.
Enfrentados a la premisa de conseguir persuadir a la gente, la actitud de Frei no fue más que una pésima señal política y comunicacional. Lo muestran como una persona que se encuentra poco seguro de lo que representa, distando mucho de la imagen que presento en 1993 cuando fue elegido Presidente de la Republica.
Actualmente se muestra a un Frei empecinado en demostrar que su imagen no es un icono de la política antigua. Ha integrado a su comando a personeros ajenos al tradicionalismo, que representan un refresco con respecto a las caras que dirigen su campaña política. El mejor ejemplo: Sebastián Bowen.
A pesar de esos cambios, que por cierto son inesperados considerando a Frei como un candidato ya con una trayectoria larga. Aun mantiene dentro de su comando a rostros que son importantes conocedores en materias comunicacionales. Pablo Halpern se esta desempeñando como director comunicacional del equipo de Frei, es quien planifica todas las actividades del candidato y además es quien en la practica dirige de cierto modo los movimientos de Bowen.
Analizando la estrategia comunicacional desplegada por el comando del presidenciable de la concertación, y fundamentalmente por las acciones de Halpern. Claramente se vuelve condenable e inviable definir movimientos tan agresivos con respecto a sondeos que se han realizado en el marco de las elecciones. Es insostenible el descalificar un estudio simplemente por que no favorece la opción que se representa. Lo ideal sería trabajar en base a ese estudio para mejorar las estrategias que se están aplicando.
El escenario político en estos comicios es complejo para el ex presidente. Ya no están alineados los partidos políticos a los que representa. La irrupción de una figura que representa un cambio real de una coalición que ya no llena los espacios que llenaba antes, repercute directamente en la estrategia que utiliza Frei. El problema es que sus asesores no son capaces de ponerse a trabajar para intentar revertir el problema.
Sin embargo en la otra vereda, Marco Enríquez Ominami está enfocado en poner en el tapete las ideas que representa. En definitiva lleva su estrategia a entregar un debate de ideas y no levanta polvo sobre encuestas o sondeos que avalen o no avalen su posición. Claramente es lo que la gente esta valorando hoy en día, por eso que cada momento que pasa Enríquez Ominami suma a su haber mucho mas apoyo de la ciudadanía.
Frei está presentando una propuesta institucional, dejándose llevar por el legado social que heredará de la gestión de la Presidenta Bachelet. Cambiar la estrategia hacia el lado económico, puede traerle mejores dividendos. Lo único claro es que si Frei logra encontrar la formula que capitalice el apoyo del descontento concertacionista, se enfoca en los temas que le importan a la gente, y consigue llevar a ejecución un verdadero cambio generacional, probablemente el panorama cambie, y su estrategia logre una mayor penetración.
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